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Sobre Mí🌈☀

Desde pequeña descubrí que veía y sentía cosas que los demás no percibían.
Podía intuir lo que estaba por venir, hablar de seres que los demás no veían, o decirles a las personas palabras que tocaban justo sus heridas más profundas.
Sin embargo, al no encontrar comprensión, fui aprendiendo a callar esa parte de mí. Por eso, mi infancia estuvo marcada por la soledad y por sentirme diferente, pero esa herida fue también la semilla de mi búsqueda.

Con los años comprendí que esas heridas podían transformarse en fuerza, que ese dolor podía convertirse en luz si lo trabajaba y sanaba; por eso, comencé a buscar mi propia sanación personal, lo que me llevó a estudiar distintas terapias como Flores de Bach, Reiki, Tarot, Runas, Quiromancia, Numerología, Registros Akáshicos, Radiestesia, Constelaciones Familiares y muchas cosas más.
Este aprendizaje lo agradezco millones, porque cada una de ellas me regaló herramientas valiosas, pero también me mostró que todo estaba conectado y ahora logro ver que me estaba preparando “algo” más grande.

Ese “algo” llegó en Chiloé, el lugar donde decidí enraizarme y donde la vida me regaló a Alma, mi compañera de cuatro patas, quien ama dar y exigir largos paseos diarios en la playa, donde solo hay piedras, arena y mar.
Fue en ese lugar donde la naturaleza comenzó a “hablarme” a través de señales:  durante siete días recibí flores en un terreno donde no deberían crecer, y al día ocho, tuve un sueño con un maestro que me mostró cómo canalizar un proceso de sanación único.
Así nació la Terapia de Sanación y Liberación del Alma, un regalo divino que me permitió unir todo lo aprendido y ponerlo al servicio de otros.

Hoy acompaño a personas que buscan sanar, liberar cargas, conectar con su propósito y que necesitan conectar con ellas mismas y con el Amor.
Lo que más me gusta de cada sesión es ver cómo, al terminar, las personas sienten calma, claridad y paz; y logran comprender el sentido profundo de sus experiencias y, en ocasiones, incluso se sanan dolores y enfermedades que arrastraban por años.
Y, cuando la sanación no forma parte de su camino, igualmente reciben consuelo, guía y la certeza de que nunca están solos, y sobre todo, el entendimiento y la claridad sobre sus procesos.